sábado, 9 de agosto de 2014

Mitos del vino!!!





Ahora te contamos unos mitos que circulan para que elimines prejuicios y disfrutes del todo de este preciado caldo y que te harán ver este líquido deleite de otro modo.

El vino es para expertos. Aunque es cierto, que el vino es para expertos, también es cierto que es bueno es para cualquiera que le guste el vino. Es una de las bebidas más antiguas de la historia, millones de personas en todo el mundo beben vino, es una bebida común y corriente. La próxima vez que pienses que el vino es solo para expertos, piensa también que si eso fuera así, este negocio habría quebrado hace mucho tiempo.

El vino tiene que ser caro para ser bueno. Aunque a veces se supone que lo más caro es lo de mayor calidad, no quiere decir esto que mejor calidad sea mejor vino. Además, no todas las ocasiones son iguales, por lo que no se consume siempre el mismo vino. No se vería muy adecuado tomar un vino de muy alta calidad en un día de playa. Otro punto importante es que lo importante es buscar siempre la relación calidad-precio.

Los vinos importados son mejores. Actualmente se están haciendo vinos muy buenos en muchas partes del mundo, pero no por ello se debe despreciar la calidad nacional.

Vino blanco con el pescado, tinto con la carne. Es cierto que es una premisa, pero no debe tomarse siempre al pie de la letra. Cada uno decide qué comer y qué beber. Incluso hay platos como un salmón a la parrilla, que seguramente quedarán bien con un pinot noir o un bardolino.

Las cifras no mienten. Normalmente acudimos a los críticos para leer alguna opinión sobre una película o un restaurante nuevo, pero eso no significa que inmediatamente nos vayamos a ver esa película o a visitar el local. Con el vino es igual. Algunos ven que un vino obtuvo una alta puntuación por los críticos y acuden enseguida a comprarlo y buscarlo por todas partes. Pero pensar que un gran vino con alta puntuación te va a encantar, no es verdad. Las opiniones, como los gustos, siempre son personales.




Los vinos pasados por madera son mejores. No hay duda de que las barricas de roble pueden ayudar a algunos vinos a alcanzar la grandeza, ya que interactúan con el desarrollo del vino de varias maneras, influyen en la textura, en su aroma y sabor, y en la concentración de taninos. El resultado puede ser un vino muy bueno si lo que ya entró en la barrica era bueno y el enólogo hábil. Pero si ponemos un vino ligero y débil, no importará que se pase por roble, seguirá siendo ligero y débil, pero con sabor a roble.

Las cosechas importan siempre (o las cosechas no importan). La diferencia entre una cosecha y la siguiente del mismo vino es la diferencia entre el tiempo meteorológico que hizo en los viñedos de un año al siguiente (sin considerar circunstancias como el cambio de dueño de la bodega). El grado de variación de la añada es, pues, equivalente al grado de variación de tiempo atmosférico. En algunas partes del mundo, el clima varía mucho de un año a otro, y para los vinos de esas regiones, las cosechas ciertamente importan. En Burdeos, Borgoña, Alemania, la mayor parte de Italia y España, por ejemplo, problemas como las heladas, el granizo, las lluvias a destiempo o el calor puede afectar negativamente la cosecha. Otra excepción al mito es el vino de bajo precio. Los vinos más venidos, que se producen en grandes volúmenes, son mezclas de muchos viñedos de un área bastante grande. Los cambios de calidad de un año a otro no importan.

Las autoridades del ramo son expertas. El tema del vino es tan extenso –abarca bioquímica, botánica, historia, química, etc.-, que es imposible ser experto en todo. Los diferentes aspectos del vino atañen a personas distintas, que tenderán a especializarse según sus gustos.

Los vinos añejos son buenos. La idea de las botellas de vino escasas y antiguas que se subastan por decenas de miles de euros, como las obras de arte, es lo bastante fascinante para desatar la imaginación de cualquiera. Pero las botellas valiosas son más raras que las monedas valiosas, porque, a diferencia de las monedas, el vino es perecedero. La gran mayoría de vinos no tiene lo que hace falta para envejecer durante décadas, sino que se hacen para disfrutarlos del primero al quinto año de vida. De lo que se trata es de disfrutarlo, por lo general, cuanto antes mejor.

Se supone que los grandes vinos están mal cuando son jóvenes. Los elaboradores creen que un gran vino debe estar equilibrado, cuando es joven, para que sea luego un buen vino añejo. Aunque los vinos se desprenden de algunos taninos a medida que maduran, los que son extraordinariamente tánicos de jóvenes no tienen suficiente fruta para que les dure hasta que hayan envejecido. Desde luego, que un vino esté equilibrado no significa que esté listo para tomar. Un gran vino, cuando es joven, puede tener muchísimo tanino, junto con su enorme frutosidad. Puede estar equilibrado, incluso en su fase embrionaria. Se puede apreciar el equilibrio del vino cuando es joven; pero, para su verdadera grandeza, le faltan años.

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